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Tras más de 47.000 libros de poesía vendidos y tres libros-discos, vuelve Diego Ojeda con su nuevo poemario. Esta historia ya no está disponible, en el que reúne todos aquellos poemas que forman parte de su pasado, pero que han dejado una huella imborrable en su presente. Estas historias ya no están disponibles en su cabeza, pero ha querido dejarlas reflejadas en su nuevo libro para que lleguen a todos los lectores.
Con su estilo personal e íntimo, Sandra de la Cruz presenta en Antípodas una evolución, o como le gusta llamarlo, un despertar. Cuando se está en un punto X, tus antípodas están en el punto opuesto del globo terrestre. Siempre son el punto más alejado y, a medida que te mueves, tus antípodas se mueven contigo. Nunca puedes llegar hasta ellas y es esta idea la que le fascina. Sandra espera con este libro poder acompañar al lector con sus palabras en este «despertar», seas del género que seas.
Sergio Chico vuelve para plantearnos la siguiente pregunta: ¿Se puede ser amigo de un ex?A medida que avanza el libro iremos descubriendo entre verdades, insomnios, otras bocas, otras pieles y otros países, a un Sergio que lucha por que los recuerdos dejen de quemar, encontraremos que hay infinidad de maneras de querer pero que la más importante es quererse a uno mismo primero.Sergio se caracteriza por un discurso directo, contado en primera persona sin esconder el déficit emocional y sexual que ha vivido en estas situaciones.Si yo fuese tú, me enamoraría de mí, es una manera quizá de responder a la pregunta que plantea el autor, pero solo leyendo el libro sabremos cómo y en qué estado ha llegado a esa conclusión.
Imagina que toda la inmensidad de tus sueños y anhelos, tus sentimientos y emociones, buenos o malos, pudieran ponerse en fila ante tus ojos. Imagina pasarles revista, ponerles nombre y descubrir que cada nombre tiene un lugar y cada lugar una calle. 1775 son las calles de Vigo, 1775 formas de ponerle un nombre al amor.
NO SÉ POR QUÉ LO LLAMN POLVO, SI CON ELLA ES LUZ Y FUEGO Y AIRE, Y LA TIERRA SIEMPRE QUEDA ABAJO. ELLA ESTÁ HECHA DE UN MATERIAL TAN ESPECIAL, QUE TE CAMBIA LA VIDA CUANDO LA TOCAS. ABRAZALA DESNUDA ES COMO BAILAR EN EL AIRE. SIN MÁS MÚSICA QUE LA QUE VAMOS IMPROVISANDO AL RESPIRARNOS. ABRAZARLA, DESNUDA, ES REMAR CONTRA EL TIEMPO Y GANARLE. ELLA TIENE UN SÓLO DEFECTO: YO. Y HASTA ESO LE QUEDA BIEN.
Vais a llorar, reír, e incluso es probable que en algún momento os excitéis. Os aviso que este libro es un seísmo constante, un golpe encadenado de otro golpe, un abrazo por la espalda, una juventud robada, un alma de terciopelo, un sexo liberado, una bala en la recámara, un intento de suicidio en cada estrofa. Pero no os harán falta pastillas, vais a poder dormir tranquilos, aunque ya nunca seréis los mismos.
Todos —absolutamente todos— queremos que nos quieran. Es simple. Queremos sentirnos necesitados. Queremos que nos pidan que regresemos, si nos vamos. Queremos pensar que alguien piensa en nosotros, cuando es tan tarde que debemos irnos a dormir. Es simple. Deseamos un cuerpo y todo lo suyo. Deseamos que nos deseen y todo lo nuestro. Ya estamos cansados de hacer y decir, esto o aquello. Tratar de aparentar o no ser nosotros mismos.
No necesitas ser seguidor o seguidora de @srtabebi para que te hagas con este libro siempre y cuando te guste que te hablen sin pelos en la lengua, con un lenguaje directo, librepensador y un marcado sarcasmo. Así es Bebi que con su lenguaje particular ha revolucionado las redes, y ahora también las librerías, convirtiendo a este libro en un bestseller. Así es este libro, un discurso activista en defensa de los derechos sociales, la ira con la que la autora se enfrenta a hechos injustamente cotidianos, pero sin dejar de lado sus devenires amorosos. De eso va el libro, como la vida misma: de amor y asco.
La mujer de mi vida cuenta con pasados turbulentos, recuerdos inexactos y sueños a medio realizar. Pero siempre por donde pasa recuerda que es invencible.
Iago de la Campa se lanza con su segunda novela: Si quieres nos vamos lejos. Esta novela llega como la continuación de Se me olvidó como olvidarte (Alfaguara, 2017). Iago retoma la historia del protagonista y vuelve para recordarnos que el amor, aunque a veces arrasa, también sana. Deberá aprender a dejar marchar aquello que le duele, para comenzar a dejar entrar aquello que de verdad merece la pena. Junto con mucha música, el lector descubrirá la magia de vivir el momento, amar y desenamorarse, encontrarse, y comprender que nada volverá a ser del mismo modo que fue, pero que el ahora siempre será mejor.
Yo era muy pequeña cuando mi madre me dijo por primera vez: «Hija, siempre hay un roto para un descosido» y aún hoy no sé quién es quien. [?] ¿Tú eres roto o descosido? Supongo que la respuesta depende del momento en que estés leyendo esto. Si finalmente te atreves a comenzar este libro, sus versos te llevarán por diferentes situaciones en las que nos sentimos rotos, deshilachados, pero también a salvo, libres de cicatrices, renovados? Me gustan las personas que se desnudan y dejan que veas sus parches, de diferentes colores, tejidos y texturas? con decenas de historias que dibujan una silueta única y siempre dispuesta a volar cada vez más alto. Hoy te extiendo mis manos llenas de costuras, te tiendo hilo y aguja para que juntos sigamos escribiendo esta historia.
Prólogo de Pedro Guerra: Desde los catorce años, duermo cada noche en el Hostal de la Palabra; y ese es el material del que están hechos mis sueños. ¿Qué tengo que agradecer a Diego Ojeda por poner en mis manos esta Compañera Galáctica? Agradezco la sencillez con la que se aborda la vida sencilla. Agradezco esa herida abierta por la que podemos ver la dimensión exacta de nuestra herida: Porque el mar está en nosotros. Y es que las vidas, aunque diferentes, son todas la misma: el único Dios que existe es el que habita en tu pecho. Agradezco la poesía que baja a la calle, compra fruta y verduras, se castiga y se hace fuerte en el amor.
Amar es transformarse, transformar al otro y con ello al mundo que nos rodea. El amor es una forma de resistencia, un modo de plantar cara a las injusticias, es luchar por un mundo distinto, mejor. Y, en Mi chica revolucionaria, Diego Ojeda lucha contra todo porque está enamorado desde los dedos meñiques de los pies hasta e l revés del alma. Diego Ojeda es sentimiento desbordante, es afecto desatado. Y precisamente es ese desajuste entre la utopía del amor que vive en él y la realidad de este país sumido en crisis y expoliado por sus propios gobernantes, abonado a corruptelas, ese desfase entre su cariño sin barreras y esta desdemocracia, esta bancacracia en la que vivimos, lo que da lugar al tono irónico e incendiario de algunos de los versos de este poemario.
Este no es un libro de desamor, es un libro de amor, del más fuerte y el más importante. Y es que hay veces que tienen que rompernos el corazón para que salga el amor más fuerte y más importante de todos: el amor propio. Existen dos tipos de duelo: sufrir por lo que pasó y sufrir por lo que no pasó. Y, ¿qué duele más? ¿Aquello que ocurrió o aquello que nunca llegó a ocurrir?
Versos para la nostalgia de los cuerpos, la añoranza deaquello que -ahora lo sabemos- jamás fue nuestro. Chispazofugaz del tiempo perdido, siempre con el ansia de la vuelta, delregreso de los días de gloria. Cuando el mundo no era más queun verso de Neruda y el alma dolía sin saber por qué cualquiernoche de verano.? RODOLFO SERRANO?Supongo que a ella le ha servido escribir estos poemas, quehabrá obtenido su tregua, pero tú no la vas a tener cuando losleas, porque es una ráfaga constante. Saray te ametralla, juegaa tiro al blanco y tiene tantas balas, o poemas, que te va a darseguro. No sé si es mejor que leas o que agarres un escudo,que leas a pecho descubierto (como mandan leer) o que lohagas usando un impermeable contra la desolación, porque tevas a mojar, te van a dar caza, vas a caer.(...) A mí me gustan los libros que me cuentan mi vida, que hablande mí, como el psicólogo que tras analizarte te dice qué te pasa.Este libro seguramente te cuente estas cosas.? MARWAN
A ti, que no existes. A ti voy a entregarte mis ganas abiertas de verte, lo mismo que hace el tiempo con el vino. Maratones de besos furtivos, tejerme entre tus piernas. A ti, que no eres princesa, voy a pintarte leones en las sábanas, gacelas en las paredes. Voy a vestirme de humano para que me veas por dentro, mis alas vibrando despacio como un Pegaso recién nacido. Voy a llamarte invierno cuando seas invierno.
Los libros lo saben todo de quien los escribe, leerlos es igual que leerle la mano a su autor. Éste, sin ir más lejos, sabe que Rayden es tan hábil con las palabras como un lanzador de cuchillos y que en su opinión la poesía consiste en que por ella no pase de largo lo que pasa en la calle; también nos recuerda que la ironía es la aristocracia del humor y que no hay destino comparable al de encontrar quien nos diga: “¡Qué triste es ser feliz / si no es contigo!” Sus versos buscan pelea y han elegido bando: el tuyo. Puedes fiarte de ellos.
Y un día como hoy aposté por ti y perdí. Y volvería a apostar lo mismo mil veces. Y me quiero, y ese es el camino correcto para querer al resto. He estado perdidamente equivocada, buscando la felicidad en sonrisas ajenas. La felicidad no está al lado de nadie, está dentro de uno mismo. Y ahí está mi hogar. ¿Sabes? He fallado mil veces, pero seguir a mi corazón es la única forma que tengo de saber que aunque pierda, soy una auténtica ganadora.
"Abigail es una niña que desde pequeña quiere comerse el mundo al ritmo de la danza, pero su corazón no puede permitírselo. Las cardiopatías del corazón son más comunes de lo que pensamos, y Abigail ha nacido con un corazón donde no caben todas las sinfonías. Abigail somos cualquiera de nosotros: sus sueños son los nuestros y el estrépito que hacen al romperse es lo que nos despierta y nos obliga a ponernos en marcha. Esta es la historia de cómo saltar por encima de una zancadilla y recuperar la sonrisa y la ilusión.
Somos de quien nos cuida, de quien nos dice que todo va a salir bien cuando creemos que todo va mal. Porque ni cuando piensas que todo va mal, estamos tan mal, ni cuando pensamos que todo va genial, estamos tan genial. La vida hay que compartirla para que nos den más perspectivas, para ver el mundo a través de otros ojos, para que nos encuentren salidas cuando no tenemos ni puta idea de adónde ir. Y no conozco otros ojos mejores para ver la vida que los tuyos, y no sé a quién cuidar si no es a ti. Y eso, que estoy bien pero que estaría mejor contigo.
Llegó ese punto donde tenías que decidir entre huir y quedarte para siempre y sabías perfectamente qué hacer, pero hiciste lo contrario. Y es que algunas veces todo depende de ese ?Quédate? que se nos queda atascado en la garganta. La felicidad está en saber que nadie es de nadie, pero hay que disfrutar cada segundo con quien te hace sonreír. A ti te lo escribiría todo, pero me dejaste sin palabras.
"Este libro no es un libro cualquiera; este libro tiene dos hermanos: Te lo diré bajito...: que´ bueno que viniste y Vamos a subir al cielo a pie. Sin em- bargo, al contrario de lo que nos pasa en la vida, en la que el hermano pequen~o es el consentido, Te voy a doler siempre tiene una madurez prema- tura que hace que los anteriores cobren espe- cial sentido. La vida es un bucle y tu´ decides con quie´n dar vueltas; ese quiza´s sea el mejor mareo al que nos enfrentemos. Lo malo viene cuando no sabes el punto exacto que separa lo bonito y lo to´xico, este libro no te va a descubrir la po´lvo- ra, pero quiza´s despue´s de leerlo puedas darte cuenta de quie´n se merece un si´, de quie´n se merece un no y debajo de que´ nombre se debe escribir la palabra nunca.